Cuando las impresiones afectan el dormir

Este comerciante de 74 años de edad tenía antecedentes de insomnio leve. Tardaba cerca de una hora en conciliar el sueño y, con la edad, se le habían acortado las horas de dormir.

La noche en que sucedió el terremoto del 27 de febrero se quedó paralizado sin lograr reaccionar a la emergencia. En los días posteriores, sufrió crisis de pánico e inicio un severo trastorno del sueño.

Luego de cuatro meses, consultó al instituto del sueño.

En la consulta, comentó que le costaba quedarse dormido y que despertaba cerca de las 3:30 AM, hora en que fue el terremoto, para luego no poder volver a conciliar el sueño. Además, era roncador.

Se le realizó una polisomnografía en el laboratorio del sueño que descartó una apnea, pero arrojó insomnio de mantención.

El tratamiento incluyó técnicas conductuales con apoyo psicológico, higiene del sueño y ansiolíticos durante el primer mes.

El paciente logró retornar a un sueño de buena calidad y fue dado de alta.