Estudio Polisomnografía -PAD FONASA

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Aporte al diagnóstico de trastorno del sueño

El mundo de los sueños no es una nebulosa que se queda en nuestro interior cuando cerramos los ojos.

Aunque no es un proceso simple, hoy podemos conocer más de él gracias a la polisomnografía. Esta tecnología entrega las herramientas para establecer un diagnóstico preciso en trastornos de sueño.

Un estudio polisomnográfico o polisomnografía nocturna se realiza en un laboratorio de sueño. Es un examen que emite un registro que incluye mediciones para identificar las diferentes etapas del sueño y cuantificar sus diversas alteraciones.

El sueño no es un proceso simple. Diversas partes del cerebro controlan sus distintas etapas y del mismo modo ejercen influencia en todas ellas. Estos niveles o etapas incluyen la somnolencia, el sueño superficial y profundo y las etapas del sueño REM (etapas de movimientos rápidos de los ojos, cuando la persona tiene ensoñaciones). Cada etapa del sueño de una persona se puede examinar e identificar, midiendo la actividad del cerebro y del cuerpo.

¿Cómo funciona?

Durante este registro del sueño se miden eventos como la actividad del cerebro, movimientos musculares/oculares y la respiración a través de la boca, nariz y tórax.

También se registran ronquidos, frecuencia cardíaca y movimientos de las piernas.

Todas estas variables son monitoreadas por pequeños electrodos colocados sobre la superficie de la cabeza y piel del cuerpo.

También se utilizan bandas elásticas alrededor del pecho y abdomen para medir la respiración y mediante un clip, colocado en el lóbulo de la oreja o en el dedo índice, se mide el nivel de oxígeno en la sangre y frecuencia cardíaca.

El período de sueño del paciente puede grabarse en un video para su posterior análisis y para verificar si han ocurrido eventos anormales durante el examen.

Este procedimiento no provoca molestias ni dolores a la persona y toda la tecnología está adaptada para que el paciente no se sienta incómodo.

¿Cuándo es necesario?

La polisomnografía permite lograr una completa comprensión del sueño del paciente. Cualquier problema en este ámbito requiere ser observado desde el punto de vista de la actividad cerebral, alteraciones en el organismo y el cuerpo.

Del mismo modo, se deben observar las relaciones entre todos estos eventos que ocurren durante la noche.

Realizado el estudio, el especialista interpretará los registros, análisis que le ayudará a comprender mejor el patrón de sueño específico del paciente y efectuar un diagnóstico.

El tratamiento a recomendar será diseñado de acuerdo a la alteración del sueño diagnosticada.

El estudio del sueño, su análisis e interpretación es un proceso completo que requiere de muchas horas de trabajo por parte del médico especialista en medicina del sueño y tecnólogos médicos profesionales entrenados en las técnicas de polisomnografía, electroencefalografía y otros tests del sueño.

En el pasado, un estudio típico del sueño incluía más de 800 páginas de datos de distinto tipo, entre ellos, actividad cerebral, movimientos musculares y de ojos. En la actualidad, los estudios de sueño son evaluados de inmediato por un sistema computacional. El paciente puede tener los resultados en breve plazo, de uno a dos días.

¿Es incómodo para el dormir?

Con mucha frecuencia, los pacientes preguntan si podrán dormir bien durante un estudio de su sueño.

Aunque muchos imaginan que un laboratorio de sueño es algo impersonal, frío y lleno de aparataje técnico; pero la mayoría de los laboratorios son cómodos y agradables como el dormitorio de un hotel.

El equipo y los tecnólogos médicos se ubican en una pieza separada a la del paciente, desde donde van registrando la información que proporcionan los cables colocados en la cabeza y cuerpo de la persona, los que a su vez la transmiten a un cabezal que se ubica al lado de la cama.

El día fijado para el estudio del sueño el paciente no puede ingerir cafeína (café, te, bebidas cola) alcohol ni chocolate a partir de las 14 horas y debe evitar dormir siesta. También, debe lavarse el cabello y no aplicar bálsamo.

Es posible que en un comienzo el paciente experimente una sensación extraña en su cabeza por los electrodos ubicados en ella. Sin embargo, por lo general no se siente incomodidad ni dificultad para conciliar el sueño.

El médico especialista está conciente de que el sueño que el paciente tendrá en el laboratorio no será exactamente igual al logrado en su hogar, pero de todas maneras se puede conseguir información de calidad para el estudio.

El paciente debe traer al laboratorio sus útiles personales de aseo, pijama y bata. Si lo desea, puede traer su almohada u otros elementos que utilice en su cama y que le otorguen una sensación de comodidad y seguridad.

El día del examen

Luego de la preparación previa, los tecnólogos reciben al paciente, le muestran su dormitorio, el equipamiento y resuelven sus dudas.

El paciente debe informar los tecnólogos todos los problemas que ha observado surgir durante su período de sueño, incluso aunque los haya comentado previamente con el especialista.

Al acostarse, se le permite ver televisión, leer o relajarse. Luego se le colocarán los electrodos y será despertado en la hora que indique.

Mientras el paciente duerme, se miden muchas funciones importantes del cuerpo.

El tecnólogo, durante toda la noche, monitorea el sueño en la pieza contigua. A lo largo del estudio se observarán posibles trastornos de la respiración, momentos en que puede despertarse al paciente para que se coloque un dispositivo que controla los problemas respiratorios durante el sueño llamado C-PAP.

Este aparato de presión positiva continua de aire incluye una pequeña máscara que se ajusta alrededor de la nariz y la boca.

Este tipo de registro se denomina “noche dividida” y consiste en una medición basal inicial durante la primera mitad y lo que sucede luego con el C-PAP.

En algunas ocasiones, se toman exámenes adicionales como el test de latencias múltiples del sueño, necesario de realizar para confirmar algunos diagnósticos.

El test requiere que el paciente asista unas cuatro veces en el día para dormir siestas cortas. Estas siestas tienen un horario regulado a intervalos precisos.

La información que proporciona este test ayudará al especialista a efectuar un diagnóstico preciso en el caso de somnolencia diurna, síntoma de varias alteraciones del sueño.

Es importante que el médico especialista conozca si el paciente ingiere algún medicamento todos los días, ya que algunos fármacos pueden afectar el sueño y por ende, la interpretación del estudio del sueño. En algunas ocasiones, ciertos fármacos necesarios para el paciente deben ser descontinuados en forma gradual previamente al estudio, con el fin de obtener resultados fidedignos del mismo.

Luego de realizado este estudio, el paciente será citado en una fecha oportuna para discutir los resultados y proponer un tratamiento. En algunas ocasiones, son necesarios otros procedimientos para realizar un diagnóstico certero y/o evaluar el tratamiento.